-¿Cómo obtuviste ese poder? ¿Te duele alguna parte del cuerpo?
-No tengo idea, ¡lo juro! simplemente decidí huir de casa porque no
sabia si podría convertirme en algún peligro para mi familia… ah y no, no me
duele nada, ni siquiera la mordida que me pego el cadejo.
-Y no pensaste que tal vez haya un vampiro en el área donde vives, que
podría atacar a tu familia
Ese último comentario le hizo
darse cuenta de dos cosas, una, que no había pensado muy bien las cosas antes
de tomar una decisión (decisión que tomo en un minuto) y dos, que aparentemente
si era un vampiro.
-¿Entonces si soy un vampiro?
-¿Ni siquiera sabes lo que eres?
-Pues… así de estar muy seguro… No.
-No puedo creerlo- dijo Marianne con cierto desden mientras volteaba a
Gael y lo tomaba por la cara sin soltar su arma.
-¡Oye! ¿Qué haces?
Marianne acerco lentamente el rostro de Gael hacia si misma en
dirección a su cuello, lo que es algo que uno lógicamente pensaría que es lo
mas estupido que podrías hacer con un vampiro pero antes de que Gael pudiera
siquiera pensar en clavarle los colmillos o que ella era una completa demente
una sensación sofocante, dolorosa e insoportable se extendió por todo su cuerpo
desde su nariz
-¡PUTA MADRE! ¿QUÉ DEMONIOS ES ESTO?- Grito Gael mientras se revolcaba
por el piso agarrandose la nariz y la garganta.
-No hay duda si eres un vampiro, solo a ellos les afecta de esta
manera- dijo tranquilamente Marianne mientras le daba la espalda y sacaba un
celular de uno de los bolsillos de su gabardina
-¿Y esto era necesario?
Mientras Gael se revolcaba del dolor
Marianne simplemente hablaba por teléfono con mucha seriedad en italiano
por lo que Gael no podía entender ni jota de lo que ella estaba diciendo; para
cuando colgó después de varios minutos Gael ya se estaba recuperando de esa
horrible experiencia pero un par de voces completamente desconocidas llamaron
su atención.
-¡Oye tu! Esto es propiedad del ejército mexicano, ¡Entrégate ahora o
abriremos fuego!
Esa zona donde ellos se encontraban era en realidad un área de
entrenamiento del ejército mexicano y la explosión de la motocicleta había
llamado la atención, de quienes estaban de guardia en ese momento.
-hay dios, namas esto me faltaba- Gael estaba llegando a la conclusión
que difícilmente tendría un día mas raro que este- esperen, nosotros no… eh…
-¿Nosotros? ¿Hay alguien mas aquí?- dijo uno de los soldados
Marianne estaba parada justo detrás de Gael pero aparentemente ninguno
de los dos soldados no se habían dado cuenta aun de su presencia.
-¿Qué rayos?- se pregunto Gael cuando vio que Marianne se acercaba
lentamente hacia ellos sin provocar ninguna reacción de su parte, y en tan solo
un instante ella los ataco desde atrás, golpeándolos en su cuello y dejándolos
completamente noqueados.
-Ven es hora de irnos-
-¿A dónde?- respondió Gael muy intrigado.
Una fuerte corriente de viento empezó a sentirse desde lo alto de las
copas de los árboles, a la vez que un característico ruido de turbinas se
empezaba a hacer evidente.
-Al Vaticano, hay alguien que desea conocerte y vas a venir quieras o
no.
Gael trago saliva ante la amenazante declaración de Marianne y no tuvo
otra opción mas que subir a la peculiar aeronave junto con ella a punta de
pistola através de unas escaleras que les arrojaron. Una vez arriba Gael
simplemente se sentó en una esquina sin saber quienes piloteaban ese avión
negro de forma algo chonchita y triangular, mientras Marianne lo mantenía
vigilado, auque mas confiada que antes pues se dio cuenta que al menos la
batalla mental ya se la había ganado a el.
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Ya había pasado un rato y el herido cadejo blanco simplemente se
recostó encima de un hombre solitario cerca de un árbol en lo profundo del
bosque. Esa extraña persona vestía como un pordiosero con la frente vendada y
una gorra vieja de color café, pero eso no parecía impórtale ni a el ni al
cadejo y simplemente se dedico a acariciarle y disculparse por haberle
involucrado en tanto peligro; una vez que el cadejo recupero su forma humana
femenina y se quedo dormida el misterioso hombre simplemente se quedo
observando el cielo y dijo:
-Hermano, espero que sepas lo que estas haciendo.
PROXIMO CAPITULO: BATALLA EN EL CASTILLO DEL ÁNGEL
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