lunes, 10 de febrero de 2014

Siegel Verflucht Capitulo 2 "Por el bien de mi familia" (Pt. 6)



-¿Cómo obtuviste ese poder? ¿Te duele alguna parte del cuerpo?
-No tengo idea, ¡lo juro! simplemente decidí huir de casa porque no sabia si podría convertirme en algún peligro para mi familia… ah y no, no me duele nada, ni siquiera la mordida que me pego el cadejo.
-Y no pensaste que tal vez haya un vampiro en el área donde vives, que podría atacar a tu familia
Ese último comentario le  hizo darse cuenta de dos cosas, una, que no había pensado muy bien las cosas antes de tomar una decisión (decisión que tomo en un minuto) y dos, que aparentemente si era un vampiro.
-¿Entonces si soy un vampiro?
-¿Ni siquiera sabes lo que eres?
-Pues… así de estar muy seguro… No.
-No puedo creerlo- dijo Marianne con cierto desden mientras volteaba a Gael y lo tomaba por la cara sin soltar su arma.
-¡Oye! ¿Qué haces?
Marianne acerco lentamente el rostro de Gael hacia si misma en dirección a su cuello, lo que es algo que uno lógicamente pensaría que es lo mas estupido que podrías hacer con un vampiro pero antes de que Gael pudiera siquiera pensar en clavarle los colmillos o que ella era una completa demente una sensación sofocante, dolorosa e insoportable se extendió por todo su cuerpo desde su nariz
-¡PUTA MADRE! ¿QUÉ DEMONIOS ES ESTO?- Grito Gael mientras se revolcaba por el piso agarrandose la nariz y la garganta.
-No hay duda si eres un vampiro, solo a ellos les afecta de esta manera- dijo tranquilamente Marianne mientras le daba la espalda y sacaba un celular de uno de los bolsillos de su gabardina
-¿Y esto era necesario?
Mientras Gael se revolcaba del dolor  Marianne simplemente hablaba por teléfono con mucha seriedad en italiano por lo que Gael no podía entender ni jota de lo que ella estaba diciendo; para cuando colgó después de varios minutos Gael ya se estaba recuperando de esa horrible experiencia pero un par de voces completamente desconocidas llamaron su atención.
-¡Oye tu! Esto es propiedad del ejército mexicano, ¡Entrégate ahora o abriremos fuego!
Esa zona donde ellos se encontraban era en realidad un área de entrenamiento del ejército mexicano y la explosión de la motocicleta había llamado la atención, de quienes estaban de guardia en ese momento.
-hay dios, namas esto me faltaba- Gael estaba llegando a la conclusión que difícilmente tendría un día mas raro que este- esperen, nosotros no… eh…
-¿Nosotros? ¿Hay alguien mas aquí?- dijo uno de los soldados
Marianne estaba parada justo detrás de Gael pero aparentemente ninguno de los dos soldados no se habían dado cuenta aun de su presencia.
-¿Qué rayos?- se pregunto Gael cuando vio que Marianne se acercaba lentamente hacia ellos sin provocar ninguna reacción de su parte, y en tan solo un instante ella los ataco desde atrás, golpeándolos en su cuello y dejándolos completamente noqueados.
-Ven es hora de irnos-
-¿A dónde?- respondió Gael muy intrigado.
Una fuerte corriente de viento empezó a sentirse desde lo alto de las copas de los árboles, a la vez que un característico ruido de turbinas se empezaba a hacer evidente.
-Al Vaticano, hay alguien que desea conocerte y vas a venir quieras o no.
Gael trago saliva ante la amenazante declaración de Marianne y no tuvo otra opción mas que subir a la peculiar aeronave junto con ella a punta de pistola através de unas escaleras que les arrojaron. Una vez arriba Gael simplemente se sentó en una esquina sin saber quienes piloteaban ese avión negro de forma algo chonchita y triangular, mientras Marianne lo mantenía vigilado, auque mas confiada que antes pues se dio cuenta que al menos la batalla mental ya se la había ganado a el.

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Ya había pasado un rato y el herido cadejo blanco simplemente se recostó encima de un hombre solitario cerca de un árbol en lo profundo del bosque. Esa extraña persona vestía como un pordiosero con la frente vendada y una gorra vieja de color café, pero eso no parecía impórtale ni a el ni al cadejo y simplemente se dedico a acariciarle y disculparse por haberle involucrado en tanto peligro; una vez que el cadejo recupero su forma humana femenina y se quedo dormida el misterioso hombre simplemente se quedo observando el cielo y dijo:

-Hermano, espero que sepas lo que estas haciendo.


PROXIMO CAPITULO: BATALLA EN EL CASTILLO DEL ÁNGEL

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