CAPITULO
3
“BATALLA
EN EL CASTILLO DEL ÁNGEL”
Ya habían pasado 6 horas desde la ultima vez que Gael abrió la boca, y
le era difícil creer que aunque a solo unos minutos de haber abandonado su
hogar ya se había puesto a hablar solo, ahora que tenia compañía lo mejor que
podía hacer era tratar de dormir un poco; cosa que le resultaba algo difícil con
una acompañante que jamás dejaba de apuntarle con un arma.
-¿Es que acaso esta gente no duerme?- pensó Gael al ver entrar los
primeros rayos del sol que se colaban por las ventanas del avión –un segundo…
En ese instante Gael se tiro al piso buscando la sombra más grande que
hubiera disponible
-¿Qué estas haciendo?- le pregunto Marianne casi sin inmutarse ante el
extraño movimiento de Gael.
-¿Qué no dijiste que era un vampiro?
-Si ¿Y?
- Bueno ¿No se supone que la luz solar me hace daño?
-Eso es solo un invento del cine para no pagar regalías, los revenant
jamás han experimentado debilidad ante la luz solar, aunque por lo que veo tú
no eres exactamente eso; pero si no me crees ¿Por qué no pruebas tocando la luz
con tu mano?
Gael acerco cuidadosamente su mano a la luz y al ver que no pasaba
nada y simplemente sentía el calor del sol como siempre, empezó a agitar su
brazo completo a la luz del sol como un niño que juega con la lluvia desde la
entrada de su casa.
-¡Hey tienes razón!- dijo
optimistamente Gael- por cierto, eso es una duda que he tenido desde hace un
rato; ¿Tu dijiste Revenant, Teriomorfos y otras cosas verdad? ¿Qué es eso?
-Es a lo que combatimos- menciono de una forma seca como no queriendo
entrar en detalles.
-Entonces debo suponer que son alguna especie de organización secreta
que ha combatido las cosas sobrenaturales desde hace siglos ¿No?
-En realidad desde hace un año.
-¿Qué?- dijo Gael es un estado de estupefacción y casi con la boca
abierta- un momento… entonces ¿Qué edad tienes?
-16 años.
Quizás fue por su manera tan seria de hablar, por ese parche en el ojo
o por sus habilidades demostradas, pero Gael no se había puesto a pensar en la
edad de esa chica y ahora que la observaba detenidamente, si tenia la
apariencia de una adolescente, un rostro delicado de tez clara y una obvia
apariencia europea que por alguna razón parecía combinar bien con la ropa que
llevaba.
-Otra vez se me va a complicar hablar- murmuro Gael al olvidarse del
temor que ella le provocaba y darse cuenta de la belleza de chica que tenia frente
a el.
-¿Disculpa?- Respondió Marianne al no escuchar lo que murmuraba.
-¡Ah no es nada!, cosa mía, pero… entonces eso significa que eres
menor que yo
-¿Eso importa?
-Uhh, No lo se en realidad, te juro que todo lo que me platicas es
hasta cierto punto… nuevo para mi.
-Creías que eran puras fantasías ¿Verdad?
-Si, creo que si- Dijo Gael mientras se le escapaba una pequeña
sonrisa de la boca
-En esto no importa tu edad, tu sexo o tu raza, somos pocos los que
tenemos la habilidad de enfrentar estos males y debemos hacerlo.
Esas palabras le sonaron un poco deprimentes a Gael pero al menos el
resto del viaje resulto mas ameno a pesar de que Marianne se negó a revelarle
información de la Orden, Isbisael, y lo acontecido en los últimos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario