martes, 14 de enero de 2014

Siegel Verflucht Capitulo 2 "Por el bien de mi familia" (Pt. 2)

(((**Solo como nota: ya voy a empezar a actualizar partes anteriores para que tengan un link que te lleve a la siguiente parte**)))



Sin importar de donde sea la leyenda, los vampiros siempre han tenido dos características que todos comparten, la primera es su insaciable sed de sangre la cual Gael ya había conocido de primera mano y que por cierto no fue nada agradable, puesto que como no quería empezar a agarrarle gusto a la sangre humana trato de calmarse atacando a animales silvestre los cuales no le supieron exactamente “sabrosos” y por si eso fuera poco, como no sabia si al morder a un animal este se volvería un zombie o familiar, tuvo que aplastarles la cabeza a todos los zanates y ardillas que atrapo hasta que consiguió saciar esa sed extrema por la sangre. Pero mas importante aun incluso que el hecho de que rápidamente se había acostumbrado a beber sangre, era que la otra característica de todo vampiro sin excepción es que para serlo uno tiene que estar muerto lo cual le causaba una seria incomodidad, ya que  aunque ya no veía las venas y arterias de otros seres vivos ahora que había calmado su sed, aun podía sentir que su corazón latía y que su respiración seguía tan normal como siempre produciéndole confusión, pero también cierto alivio pues si en verdad seguía vivo y tenia tanto control de sus instintos vampiricos como el creía quizás no pasaría mucho tiempo hasta que estuviera seguro de que no seria peligroso volver a casa pero por ahora lo mejor era seguir caminando.

Después de varias horas de caminar por la orilla de la carretera, Gael se dio cuenta de varios inconvenientes en los que no pensó al irse de su casa y el primero de ellos fue la soledad, o más bien el silencio y es que a pesar de que no había pasado mucho tiempo no podía evitar hablar consigo mismo en voz alta a la primera oportunidad por lo que fuera.
-Maldita sea, debí traerme al menos un juego para divertirme, digo pensé que estos poderes serian muy entretenidos pero no se ni como usarlos
-Ah pero que rayos me traje en la mochila no estoy seguro si mi cepillo de dientes me pueda lavar la sangre
-Lo lógico seria que si ¿o no? Digo puede limpiarse de la ropa
Continúo hablándose a si mismo por un buen rato en un intento por lograr distraerse de la falta de compañía y de el exceso de estímulos que ahora percibía con sus poderes de vampiro, los cuales se encendían y apagaban como luces intermitentes, pero entonces detecto algo que su instinto le dijo que no debía pasar por alto.
-¿Eh…? ¿Hay alguien hay?-Dijo Gael cuando se volteo a ver detrás de el para ver si alguien lo seguía-Ni un día que me fui de casa y ya me volví loco
Entonces volvió a sentir  esa extraña fuerza y esta vez también le pareció escuchar unas pisadas en el pasto como si algo de 4 patas corriera detrás de el, pero al mismo tiempo se empezaron a entremezclar una enorme cantidad de sonidos en su cabeza, ruidos de insectos, cantos de pájaros, el viento contra las hojas de los árboles, vehículos en la carretera, y todo esto sin saber de donde venia o que tan lejos estaban
-¡Ah ya basta!-Grito mientras trataba de ignorarlo todo tapándose los oídos y cerrando sus ojos-esto se esta volviendo una locura, no logro saber ni si algo esta lejos, cerca, es pequeño o gran…
En ese momento abrió los ojos y el resplandor de la luz de una motocicleta le dio directo en la cara mientras que el sonido de un balazo casi lo deja sordo de lo cerca que fue. Por un momento pensó que lo habían atropellado y luego para rematar le habían disparado, pero una brisa de aire le hizo recuperar la cordura, no sentía que estuviera tocando el piso y rápidamente se dio cuenta que estaba al menos a 30 metros sobre el suelo. Sin darse cuenta su cuerpo reacciono instintivamente al peligro y salto para evitar a 2 amenazas que estaban a punto de arrollarlo.
-¿Qué rayos es esa cosa?- Se pregunto a si mismo Gael cuando desde lo alto (y gracias a sus habilidades de vampiro) pudo observar a esos dos que casi le pasan encima.
Adelante  cruzando la carretera desde el bosque iba un perro blanco y luminoso de un metro cincuenta de alto por cinco de largo y detrás de el a toda velocidad dándole caza desde una motocicleta todo terreno y siendo la culpable de ese salto reflejo de Gael se encontraba una joven; una de las 183 personas que hace un año presenciaron ese espectáculo de luces rojas en el triangulo de las bermudas y que hace algunas horas  paso cerca de la ciudad de San Cristóbal de las Casas buscando algo que hasta esos momento era desconocido para Gael; “un alma corrupta”.
Tan rápido como el perro y la chica aparecieron de un lado de la carretera, desaparecieron del otro lado entre los grandes árboles de ese terreno frío y montañoso, y mientras Gael los veía alejarse comenzó a sentir otra fuerza, esta vez una que conocía muy bien y a la que hasta ese momento no había podido oponérsele, la fuerza de gravedad.
-Hay no, ¡Vuela flota elévate arriba lo que sea!- grito Gael mientras se precipitaba rápidamente hacia el piso. Palabras que no le sirvieron de nada pues no evito caer sin ninguna resistencia directo contra el suelo desde una altura mayor de 30 metros.
-¡¡AAh#%”#TA Madre!!- Grito nuevamente ya en el piso por el tremendo impacto que acababa de recibir contra el suelo- Bueno al menos ahora si estoy seguro de que tengo una súper resistencia o ya estaría muerto
No le costo mucho trabajo levantarse del piso de la carretera antes de que algún otro vehiculo (esta vez uno que si siguiera el sentido del transito) pasara por ahí. Y después de asegurarse de no tener ningún hueso roto o una herida seria, se  volteo a ver hacia donde se habían ido la chica y el perro gigante.
-Al rato tengo que irme a comprar un boleto de lotería porque con mi suerte segurito que me lo saco.
Pensó Gael mientras lograba centrar un poco mas sus sentidos en lo que estaba haciendo pues aparentemente el fregadazo de hace rato resulto terminar ayudándolo a enfocarse. Y  como si todo esto hubiera sido orquestado por el destino, su vida se había cruzado con hechos imposibles de explicar lógicamente, no una sino dos veces en el mismo día.
-Bueno, ya con el ratón encarrerado- dijo Gael mientras se coloca en cuclillas como un corredor de atletismo- Espero que la súper velocidad también entre dentro de la lista de habilidades de un vampiro por que vaya que se iba rápido esa chica.
No tenia nada más que hacer, esa cruz roja en la gabardina de la joven se le hacía conocida, creía saber que era eso a lo que estaba persiguiendo y  si acaso necesitaba de alguna otra escusa para seguirla, el mismo se había vuelto un mounstro de leyendas y pensó que si existía alguien que pudiera explicarle el porque, era esa persona. A Gael nunca le gusto desperdiciar las oportunidades así fuera para algo absurdo, algo para mejorarse, un desafío, ayudar a otros o en si mismo la oportunidad de hacer algo raro, por lo que no dudo en usar su olfato y súper velocidad para seguir a quienes casi lo habían atropellado y balaceado un minuto atrás, excediendo  por mucho con eso cualquier locura que hubiera hecho en su vida hasta entonces.

PROXIMA PARTE

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