Rómulo regreso debajo del punte y extendió sus manos hacia la base que
conducía hacia el castillo a la vez que cerraba sus ojos y decía "Non nobis, Domine, Non Nobis. Sed
Nomini Tuo Da Gloriam", y varios ladrillos comenzaron a separarse de
la pared esparciéndose por el suelo como un nuevo piso.
-Que Harrypoteresco- dijo sarcásticamente Gael ante lo que veía
Y en ese momento se pudo apreciar que detrás de esa pared habían unas puertas
deslizante de color gris en el espacio
que habían dejado los ladrillos de la pared; Gael giro su cabeza de lado como
tratando de encontrarle sentido a que hubiera ese tipo de puertas en ese lugar,
pero después de unos segundos todo agarro un poco mas de sentido cuando se
abrieron dejando ver su interior como un simple elevador.
-¿Tengo que entra ahí?- Señalo Gael; pero Marianne simplemente le
lanzo una mirada desafiante por su comentario – Ok, ok ya voy.
-¿No olvidas algo mas Rómulo?- dijo Marianne antes de subirse al
ascensor
-Ah si mi memoria- respondió apenado Rómulo.
-Gracias.
Rómulo le había entregado a Marianne una bolsa como de supermercado y
una vez que entro al ascensor, las puertas se cerraron y los ladrillos
retomaron su lugar en la pared; dejando nuevamente a Rómulo solo bajo el
puente, sin mas compañía que el sonido de la corriente del río y las voces de
las personas que pasaban sobre el. Hasta que un par de minutos después una
persona salto desde el puente hacia donde se encontraba el.
-¡Remo!- grito alegremente Rómulo- ¿Ya toca cambio de turno?- le
pregunto en Italiano a Remo quien era el que acababa de saltar.
Remo simplemente asentía con su cabeza completamente vendada mientras
romulo guardaba su gabardina y guantes en una mochila a la vez que hacia unos
estiramientos de sus piernas.
-¡Nos vemos en casa, Hermano!
-Espera- Dijo con su voz rasposa Remo, pero aparentemente no alcanzo a
llamar la atención de Romulo quien ya se había alejado por la rivera del río a
toda velocidad- Estupido Rómulo, nuevamente no me paso el reporte de Guardia-
murmuro para si mismo Remo.
Mientras tanto Marianne y Gael seguían dentro del elevador, el cual no
se movía en una dirección vertical, sino mas bien en diagonal y dando unas
vueltas debes en cuando.
-Bueno, al menos no tiene musiquita de espera- dijo Gael tratando de hacer conversación por lo
aburrido que estaba.
-La tenía, pero me desagradaba demasiado- respondió Marianne
-Ahh.. ya veo.
-Por cierto regrésamela.
-¿Qué cosa?
-Mi gabardina, me la estas agrandando.
-Oh si, Perdón.
Gael ya se había olvidado que traía puesta la gabardina de Marianne y
para cuando pudo por fin quitársela el elevador se detuvo, llegando por fin a
su destino.
-A la madre- exclamo Gael al ver que el lugar donde se encontraba
tenia la misma facha que unos calabozos,
pues lo único que alcanzaba a ver era un largo pasillo con un techo tan alto
que las luces colocadas en la pared no le dejaban alcanzar a ver hasta donde
llegaba, y todo esto hecho aparentemente de piedras como las paredes de los
castillos en la edad media.
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