martes, 25 de marzo de 2014

Siegel Verflucht Capitulo 3 "Batalla en el castillo del ángel" (Pt. 5)

***PAUSA PARA COMENTARIOS DEL AUTOR:***
********Bueno antes que nada, lamento la demora por no subirlo el lunes este pedazo, aunque mas lamento aun que nadie me lo haya criticado, pero en fin aunque el manga ya es una historia que se quedo en el pasado debido a que jamas podria terminarlo al paso que iba (ya lo rebase por mucho tan solo llegando al capitulo 3 como libro) al fin aparece un personaje al que le di mi nombre por cuestion de las circunstancias (que yo sea un maldito narcisista es otra historia) por lo que tambien quise agregar esta primera imagen de Leopoldo Ortenburg que hice para la portada del capitulo 1 por la nostalgia y para que no se pierdan lo que estaban leyendo volvemos con un fragmento de la parte anterior***********


-¡Maldita sea, esto es un laberinto!- Gael encontraba alguna puertas de metal en su huida, pero todas estaban fuertemente cerradas y ni con su fuerza actual seria practico detenerse a tratar de esconderse en habitaciones que no conocía y su perseguidora de seguro si.
-Si cattura- dijo para si misma Onelia cuando logro anticiparse a Gael en una de su vueltas por los pasillos, y nuevamente disparo su bazuca, interceptando la trayectoria que llevaba y lanzándolo otra vez contra la pared por la fuerza de la explosión. Ahora ella lo tenía arrinconado contra la pared sin oportunidad para escapar y con una pistola pegada a su frente; se podría decir que ese habría sido su fin de no ser por un boomerang filoso y de acero desvío el arma a un costado, justo antes de que Onelia pudiera disparar.
-Abbastanza Onelia, no tenie ordini di uccidere!- Grito Marianne desde el fondo del pasillo de donde vino el boomerang.
-É un vampiro, non ho bisogno di ordini con qualcosa come che- respondio Onelia indignada
-Rómulo non hai detto?
-Lui non è lì
-Cosa?
Mientras ellas conversaban en un idioma que Gael ya se habia rendido en tratar de entender, el respiro profundamente aliviado y se percato que detras de Marianne venian caminando otras 3 personas;  quien iba al frente era ese sujeto misterioso que llevaba un cubrebocas y que parecia dirigir todo lo sucedido en el triangulo de las bermudas hace un año, y a su derecha  estaba el otro sujeto del sombrero de robin hood con el que estaba platicando esa noche, y por ultimo a su izquierda se encontraba una mujer de cabello castaño claro, tan alta como el primero y al igual que Marianne llevaba un parche en su ojo izquierdo, solo que el de ella si se veia normal y era mas grande cubriendo tan bien parte de su cara.
-¡Muy bien, es su problema ahora!- Grito enojada Onelia
-¡Oye espera! ¿entendias lo que te estaba diciendo?
-No me molesto en escuchar a malditos como tu- Dijo Onelia, antes de retirarse bastante frustada y dejando a Gael con la palabra en la boca y bastante enojado
-Lamento el pequeño incidente, pero veo que tu regeneración como vampiro es autentica- interrumpio el hombre con el cubrebocas
Gael observo su mano a la que le habian disparado y salvo por la sangre que quedaba sobre su piel, se encontraba intacta.
-¿Entonces  si me estaban espiando?
-Si, de hecho parece que eres muy observador- dijo con todavia mas tranquilidad, ese misterioso hombre- Permiteme presentarnos, nosotros somos los 3 maestres de la orden templaria; Celia Davini...
La mujer a su lado simplemente levanto su mano y al igual que Marianne, no parecia tener intencion de convivir con Gael.
-Rayner Taylor...
-Que tal Chico- saludo el hombre de barba y bigote, quien mostraba una actitud mas amigable
-Y su servidor Leopoldo Ortenburg; y bueno a Marianne supongo que ya la conoces
-Mas o menos- Gael se rasco la cabeza pensando si hablar con alguien por unas horas contaba como “conocer a alguien”, sobre todo con una actitud tan fría y un constante sentimiento de amenaza hacia tu vida- por cierto ¿la orden templaria existe todavia o que rayos?.
-Por favor sigueme y te contare lo que ocurre- Leopoldo ayudo a Gael a levantarse del piso y comenzaron a caminar dirigiendose aparentemente mas en lo profundo del calabozo (o al menos esa impresión le daba a Gael)- Antes que nada, debes saber que nosotros somos la tercer orden templaria que ha existido
-¿Que?
-Dime ¿Qué tanto te dijo Marianne de nosotros?
-En realidad no mucho, Solo que era de la orden templaría y combatían monstruos como teriomorfos, revénanos y no se que mas…. ¡ah! si todo en secreto y extrañamente creo también me dijo que desde hace un año.
-Lo de hace un año no es exactamente correcto-  Leopoldo se detuvo frente a Gael, lo miro a los ojos y le pregunto- ¿El nombre Isbisael no te suena conocido?
-eh… no, creo que no- respondió Gael un poco asustado por la forma en que lo miraba directo a los ojos.
-Bien, en ese caso te explicare- Leopoldo volvió a darle la espalda y siguió caminando mientras le explicaba la situación- hace ya mucho tiempo existió un ángel llamado Isbisael; nacido aparentemente de la nada y con un poder cercano al de dios, se dice que vago por la tierra durante siglos hasta que hace unos 120 años llego a la conclusión de que la humanidad estaría mejor si no existieran la alquimia, la magia y todas las demás fuerzas sobrenaturales que asolaban el mundo; el decidió sacrificarse llevándose consigo toda la fuerza sobrenatural del planeta y a todas las almas malditas que existían en ese entonces sobre la tierra.
-¿Ok?... La verdad me cuesta mucho trabajo creer eso y aun no me explica que es eso de que son la tercera orden templaría.
-Imagino que conoces acerca de la primera orden y su repentina disolución.
-Me gustan esa clase de leyendas.
-Preferiría que pensaras mejor esa última palabra.
Al unísono que decía eso, el Maestre Leopoldo abrió las puertas de una enorme habitación ovalada y oscura en la que solo alcanzaba a verse al fondo un aparador iluminado en el que estaba un viejo reloj de mano descompuesto.



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